Mujeres sin Identidad
Nació en las cálidas tierras del país vecino, Nicaragua, al son de las danzas y la música vernácula. Creció en el seno de una familia humilde donde el ‘vigorón’ y el ‘nacatamal’ brillaban por su ausencia y las proyecciones de futuro se tornaban grisáceas. Fruto de la sumisión y el devalúo y arrastrada por la persistente fuerza de los cánones sociales contrajo matrimonio con un humilde cafetalero. Un hombre de los de ayer y hoy, con tintes misóginos y carácter violento para quien la mujer solo sería catalogada como tal si contribuía con las labores del hogar y saciaba su apetito sexual. Propio de los hombres de esta índole rumiaba con los problemas cotidianos mientras caía la tarde y disparaba golpes por doquier siempre que era de su antojo. Aferrándose al último hilo de vida que le quedaba, Clara T.A huyó a Costa Rica en busca de un camino menos serpenteado.